El millonario profundiza su mal momento.
El sol se hacía sentir sobre el estadio con 35 grados de temperatura cuando los primeros hinchas comenzaron a llegar pasadas las 17:00. Luego de tres controles y el escaneo del QR, se acomodaron en las tribunas mientras la cancha poco a poco cobraba vida. Los árbitros hicieron el reconocimiento del campo a las 17:57, mientras los hinchas de River y Talleres comenzaban a hacerse notar, con silbidos hacia el equipo contrario y los jueces.
A las 18:02, y con el riego del césped, empezaba la cuenta regresiva para el partido. La hinchada de River empezó a aplaudir y llos de Talleres trataban de cantar. A las 18:29, se prendieron las primeras luces, y luego de que la voz del estadio diera la bienvenida empezó la música, que ambientó la espera por un momento. No faltó el recordatorio de la hinchada millonaria a Boca al sonar «Lo que quiere la Chola», un tema de Las Palmeras.
El ambiente comenzaban a calentarse a pedida que se acercaba el pitido inicial con cantos de una parcialidad contra la otra.
La ceremonia protocolar previa se inauguró con los equipos saliendo al campo de juego, en el marco de una noche iluminada por fuegos artificiales y la entrada «marketinera» de la pelota de la mano de Pedidos Ya.
PRIMER TIEMPO: UN ANTICIPO DE LO QUE SERÍA LA NOCHE
El partido empezó a las 20:00. Desde el arranque, ambos equipos intentaron controlar el balón. Talleres presionaba en tres cuartos de cancha. A los 5 minutos, River no encontraba fluidez en su juego, pero a los 7’ Enzo Pérez sacó un remate al arco de Guido Herrera, tras una contra en la que River casi se complicó en la salida del fondo.
El partido estaba cortado y con fricción. A los 8’, Montiel recibió una dura patada de un jugador de Talleres que no quiso jugar la pelota. River no lograba conexiones en el mediocampo, y la T jugaba con las líneas adelantadas que hacían que el millonario quedara en offside al querer trazar diagonales.. A los 19 minutos, Herrera vio la amarilla por protestar y hacer tiempo, y dos minutos después, Enzo Pérez también fue amonestado.
A los 25″, Franco Armani salvó a River con una gran atajada, y tres minutos más tarde, Mastantuono desperdició una chance clara para el conjunto de Marcelo Gallardo.. River movió el banco a los 36 minutos, con el ingreso de Facundo Colidio por Sebastián Driussi, que salió tocado. La primera mitad se fue con tímidos aplausos y una imagen preocupante de River, que no lograba generar juego, al igual que Talleres, que no lograba tener la pelota.
SEGUNDOTIEMPO: RIVER Y TALLERES, SIN IDEAS
En los primeros minutos, River tuvo algunas chances pero no eran lo suficientemente claras para dañar al rival. A los 10’, Colidio desbordó y dejó solo a Borja, pero el delantero no pudo definir. Talleres movió el banco a los 18’, mientras River seguía esperando la magia de Colidio, el único que intentaba generar juego.
Con el partido cerca del final, la hinchada millonaria perdió la paciencia y empezó a cantar el clásico «Movete, River, movete». Sin embargo, nada cambió. El encuentro terminó 0 a 0, con flojas actuaciones de los equipos y hasta del juez Nicolás Ramíez.
TIEMPO EXTRA Y PENALES
Los 30 minutos del alargue fueron insulsos, con un River deslucido, sin creatividad, y un Talleres que tuvo algunas oportunidades, gracias a los errores de rival. El tiempo extra fue una triste continuación de los 90 minutos.
Ya en la tanda, el clima en la hinchada de River no era el mejor debido a los penosos antecedentes del conjunto de Núñez en este tipo de definiciones. Esta vez no fue la excepción: River mostró su peor cara, con fallos en momentos clave. No supo aprovechar las dos atajadas de Armani, quien al finalizar la tanda revoleó la pelota yse fue caliente, demostrando su frustración por el resultado.
River no convirtió su primer penal, al igual que la T. El segundo penal millonario fue adentro, y Armani se lució con una gran atajada para darle ventaja a River, que no convirtió su tercer penal, lo que sí hizo Talleres. La cosa estaba 1 a 1. River metió su cuarto pena, mientras que la T lo desaprovechó. River tenía todo para ganar: Colidio tenía en sus pies la oportunidad de darle a su equipo el primer título desde la vuelta del Muñeco, per la mandó al travesaño. Talleres hizo su gol, y ahora era una definición «palo a palo». El millonario no acertó su disparo, y fue Gastón Benavídez quien le dio a Talleres el segundo título en su historia.