Casi el 80 % del Gran Resistencia es pobre y el 38% es indigente

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Así lo confirmó la titular del ISEPCI de Chaco, las cifras revelan una profunda crisis económica en el Gran Resistencia. Además, la malnutrición afecta al 44% de los niños.

La situación económica en el Gran Resistencia es alarmante: casi el 80% de sus habitantes vive en condiciones de pobreza según los últimos datos del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) en Chaco. La directora del organismo, Patricia Lezcano, expuso cifras devastadoras que reflejan el difícil contexto que atraviesan miles de familias en el mayor conglomerado urbano de la provincia.

«Sabemos que son personas que están sufriendo, que no pueden cubrir sus gastos básicos y esenciales», explicó Lezcano. Sin embargo, el dato más preocupante es el 38% de indigencia: estos hogares no logran cubrir ni siquiera los alimentos necesarios para sobrevivir.  «Es una situación crítica que observamos no solo en nuestras mediciones, sino también en el día a día, cuando vemos que muchas familias ya no pueden acceder a los productos más básicos e indispensables,» subrayó.

Los preocupantes datos de la malnutrición en niños

La crisis económica ha afectado particularmente a los sectores más vulnerables, y los niños son los más perjudicados. El índice de malnutrición infantil en el Gran Resistencia escaló del 37% en 2022 al 44% en 2023,  dejando en evidencia el impacto que la pobreza tiene en el desarrollo de las futuras generaciones. «Es condenar a los niños a un futuro complicado; sabemos las secuelas que una alimentación deficiente deja en el crecimiento y desarrollo cognitivo,» advirtió Lezcano.

La falta de recursos impide a muchas familias brindar a sus hijos una dieta equilibrada y nutritiva. «El precio de la canasta básica es inalcanzable,» comentó la directora del ISEPCI. En la actualidad, se estima que una familia tipo necesita al menos 370.000 pesos mensuales para cubrir una alimentación adecuada, pero cuando se incluyen otros gastos esenciales, como vivienda y servicios básicos, esa cifra asciende a los 870.000 pesos.«Es un costo imposible para la mayoría, especialmente para quienes dependen de trabajos informales o del salario mínimo,» agregó. 

Ajustes y contexto nacional: el impacto en los sectores populares

Lezcano también vinculó esta situación con los ajustes económicos implementados a nivel nacional, los cuales, señaló, afectan directamente a los sectores más empobrecidos del país. «Desde diciembre pasado, las medidas de austeridad han generado un aumento en el costo de vida que golpea, sobre todo, a quienes ya se encontraban en situación de vulnerabilidad», dijo.

«Este ajuste se ha traducido en un incremento en el precio de alimentos básicos y en la canasta familiar en general, dejando a gran parte de la población sin posibilidades de acceder a productos esenciales para la subsistencia.Es un golpe muy duro para las familias del Gran Resistencia, donde el desempleo y la precarización laboral eran una realidad,» afirmó Lezcano.

Un panorama desolador

Las cifras reflejan una realidad que se agrava con el paso del tiempo y la falta de medidas efectivas para enfrentar la pobreza y la malnutrición, especialmente en los infantes. Organizaciones sociales y políticas en el Chaco exigen la implementación de programas que mejoren la seguridad alimentaria y aseguren el acceso a los productos básicos para las familias vulnerables.

«La malnutrición en niños en 2022 fue del 37%, ahora estamos hablando de un 44% en el 2023 y todo nos dan a entender que esta situación se va a profundizar, así como se profundiza la pobreza en nuestro país», finalizó.