En el tercer trimestre de este año, la pobreza en Argentina alcanzó un alarmante 44,7%, según datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). Esto equivale a más de 20,8 millones de ciudadanos afectados, cifra que incluye la población rural. Además, el informe revela que el 9,6% de la población, aproximadamente 4,4 millones de personas, se encuentra en situación de indigencia.
Estos datos muestran un ligero aumento con respecto a las cifras oficiales del INDEC para el segundo trimestre, que reportaron un 41,1% de pobreza y un 9,8% de indigencia.
La situación se torna más crítica al analizar la pobreza entre los menores de 17 años, con un preocupante 62,9%. De este grupo, el 16,2% vive en hogares indigentes, sumando un total de 8 millones de niños y adolescentes en condiciones precarias. Entre ellos, 2,1 millones son considerados indigentes. Las perspectivas empeoran con la inflación al alza, que podría llevar la pobreza a superar el 45% al finalizar el año.
Además, el 32,2% de los menores de 17 años experimenta «insuficiencia alimentaria», un problema que afecta al 64,5% en los hogares más pobres.
Agustín Salvia, director del Observatorio de la UCA, advirtió que la pobreza continuará aumentando el próximo año, incluso con la ayuda estatal a las familias más pobres. Señala que la estanflación y la falta de una salida positiva al ajuste económico contribuirán a un crecimiento del trabajo informal, deterioro de la salud y la educación en los sectores más desfavorecidos.
El informe destaca que el país ha concluido un ciclo económico post convertibilidad, donde las barreras al crecimiento productivo y desarrollo social se han elevado. Advierte sobre la posibilidad de nuevos pobres, un aumento de la pobreza estructural y una mayor dependencia de la asistencia pública.
FACTORES DETRÁS DEL AUMENTO DE LA POBREZA
El informe de la UCA identifica factores clave para explicar el aumento de la pobreza desde el 2017. Se destaca una dramática reducción del poder adquisitivo de los ingresos laborales, que cayó un 32,1% debido a la inflación y la recesión prolongada. Aparece una nueva figura, el «trabajador pobre», representando al 33,1% de las personas ocupadas en 2023.
El 44,7% de pobreza se elevaría al 49,1% sin la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros programas sociales, mostrando que aunque estas medidas reducen la indigencia, no logran combatir eficazmente la pobreza.
El informe resalta las limitaciones de las políticas sociales en Argentina para revertir de manera duradera el deterioro de las condiciones de vida. A pesar de las altas incidencias de políticas de transferencia de ingresos y asistencia alimentaria, la situación socioeconómica sigue deteriorándose, especialmente en los estratos bajos con déficits educativos.